domingo, 18 de mayo de 2014

LA CASA

Autora: Elsa Bornemann

LA BOCA

Palacio rosado
siempre vigilado
-arriba y abajo-
por blancos soldados.

Hay dientes guardianes;
otros, capitanes.
Dos más movedizos,
son dientes postizos.

Hay dientes bebitos:
son los más chiquititos.
Allí está, entre el coro,
un diente de oro.

Es, según la ley,
del palacio el rey.
Entra al comedor
Pepe Tenedor,

y a veces su esposa,
Cuchara Brillosa.
En sus carretillas
hay puré, frutillas,

queso, salsa, huevos
y duraznos nuevos.
Té , café con leche,
carne en escabeche.

Y una vez adentro...
pobres alimentos.
Pero un río de sangre
hoy les quita el hambre.

Se asoma una taza
a ver lo que pasa.
Es que un diente flojo
se viste de rojo,

pues está cansado
de vivir parado.
Baila, da mil vueltas,
hasta que se suelta.

Al palacio rosado
llega un invitado.
-¡Mis amigos dientes,
los quiere!- les miente.

Lo envuelve un gabán
de papel celofán.
-Deseo entrar
a ver su hogar.

-Caramelo, entra.
Te abrimos la puerta.
-Yo solo me pelo
-dice el caramelo.

Pero este caballero
es feroz guerrero.
Ataca y se cuela
por dientes y muelas.

Hasta que se vaya
sigue la batalla.
-¡Guerra al caramelo!
-¡Guerra al caramelo!

Pero al rey Primero
grita a los guerreros:
-¡Terminen! -les pide-
¡Hay muchos heridos!

Busca en una lista
el nombre del dentista,
y allá va, ligero
el palacio entero.

El dentista apura,
prontito los cura
y todos, contentos,
ponen fin al cuento.
Fuente: http://www.cuentocuentos.net/poesia/58/la-boca.html


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